Era noche de navidad, el investigador miraba por la ventana de su hotel, no sabía cómo darle la terrible noticia a su hija; pues esta podría cambiar la vida de los habitantes de esa enorme ciudad, con sus hermosos rascacielos, solo era cuestión de dar un clic y en segundos todo sería un caos.
Sin embargo, él le contaría todo a su hija y casi a punto de decírselo entran unos hombres armados y se la llevan y a él lo drogan, fue lo último que vio antes de desvanecerse sobre el suelo frío.
Y al despertar se sentía nervioso y ansioso, intentaba recordar cómo llegó a ser parte de algo así, pues sabía que mucha gente moriría, pero él amaba a su hija y no tenía otra opción.
Murieron miles de personas, X abrumado y con lágrimas en los ojos, no podía creer lo que estaba sucediendo de pronto sonó su teléfono y dijo “está hecho”.
De pronto entra su hija a la habitación con una mirada de satisfacción y dice: "nos fuiste de gran ayuda” y sale de la habitación sonriendo, entran los hombres y cierran la puerta.
Autores:
Flora Morales Vargas y Orlando Reyes Baéz
Sin embargo, él le contaría todo a su hija y casi a punto de decírselo entran unos hombres armados y se la llevan y a él lo drogan, fue lo último que vio antes de desvanecerse sobre el suelo frío.
Y al despertar se sentía nervioso y ansioso, intentaba recordar cómo llegó a ser parte de algo así, pues sabía que mucha gente moriría, pero él amaba a su hija y no tenía otra opción.
Murieron miles de personas, X abrumado y con lágrimas en los ojos, no podía creer lo que estaba sucediendo de pronto sonó su teléfono y dijo “está hecho”.
De pronto entra su hija a la habitación con una mirada de satisfacción y dice: "nos fuiste de gran ayuda” y sale de la habitación sonriendo, entran los hombres y cierran la puerta.
Autores:
Flora Morales Vargas y Orlando Reyes Baéz
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